miércoles, 14 de octubre de 2009

SANTA TERESA DE AVILA

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21

2008
Santa Teresa de Ávila: Si para recobrar lo recobrado
Escrito por The quiet man en Poetry, Religion, Thoughts
A Rocio y toda su familia.

Gracias por compartir conmigo ese pedacito tan especial de vuestra vida…


Si para recobrar lo recobrado
tuve que haber perdido lo perdido,
si para conseguir lo conseguido
tuve que soportar lo soportado.

Si para estar ahora enamorado
fue menester haber estado herido,
tengo por bien sufrido lo sufrido
tengo por bien llorado lo llorado.

Porque después de todo he comprendido
que no se goza bien de lo gozado
sino después de haberlo padecido

porque después de todo he comprobado
que lo que tiene el árbol de florido
vive de lo que tiene sepultado.

Biografia de Santa Teresa de Avila
Fuente: www.enciclopediacatolica.com

Teresa Sánchez Cepeda Dávila y Ahumada, nació en Ávila, Castilla la Vieja, el 28 de marzo de 1515; y murió en Alba de Tormes, el 4 de octubre de 1582. Fue el tercer hijo de Don Alonso Sánchez de Cepeda, con su segunda esposa, doña Beatriz Dávila y Ahumada, la cual murió cuando la santa tenía catorce años de edad. Teresa fue criada por su piadoso padre, que era amante de libros serios, y por una tierna y piadosa madre. Después de su muerte y del matrimonio de su hermana mayor, Teresa fue enviada a las monjas Agustinas en Ávila para ser educada, teniendo que abandonarlas luego de dieciocho meses, debido a una enfermedad, permaneciendo durante unos años con su padre, y en algunas ocasiones, con otros parientes. En una de estas ocasiones, su tío la relacionó con las Cartas de San Jerónimo, las que hicieron se decida por la vida religiosa, pero no tanto debido a una atracción hacia ella, sino por el deseo de escoger el camino más seguro. Al no obtener el consentimiento de su padre, en noviembre de 1535, abandona en secreto la casa paterna, ingresando en el Convento Carmelita de la Encarnación, en Ávila, el cual contaba en ese entonces con 140 monjas. El dejar a su familia la causó gran dolor, el cual comparaba luego con el que se siente por la muerte. Sin embargo, finalmente su padre cedió y Teresa tomó el hábito.

Después de su profesión -al año siguiente-, ella enfermó gravemente, teniendo que soportar una larga convalecencia, la cual, unida a los torpes tratamientos médicos, la dejaron reducida a un estado más calamitoso, e incluso, después de su parcial recuperación, gracias a la intercesión de San José, su salud siempre fue pobre. Durante estos años de sufrimientos empezó la práctica de la oración mental, pero, temiendo que las conversaciones sobre temas mundanos que realizaba con algunos parientes que visitaban con frecuencia el convento la hicieran indigna de las gracias que Dios le concedía por medio de la oración, abandonó esta práctica, hasta que fue influenciada primero por los dominicos y luego por los jesuitas. Entretanto, Dios había empezado a visitarla con “visiones intelectuales y locuciones”, en las que sus sentidos no eran para nada afectados, pues veía las imágenes y escuchaba las palabras en su mente, también la alentaba y fortalecía para poder sobrellevar sus pruebas, reprendía por su falta de fe, y consolaba en sus problema. Incapaz de reconciliar estas gracias recibidas con sus defectos, los cuales su delicada conciencia le hacía ver como grandes faltas, recurrió no sólo a los confesores más espirituales que encontraba, sino también a algunos santos laicos, los cuales, al no saber que los relatos que ella les hacia de sus pecados eran bastante exagerados, creyeron que eran obra del maligno. Cuanto más ella luchaba por rechazarlos, tanto más Dios obraba maravillosamente en su alma. Toda la ciudad de Ávila vivía inquieta a causa de los informes acerca de las visiones de esta monja. Se le pidió a San Francisco de Borja y San Pedro de Alcántara, y después a varios dominicos (particularmente a Pedro Ibáñez y a Domingo Bañez), jesuitas, y a otros religiosos y sacerdotes seculares, discernir la obra de Dios y guiarla por un camino seguro.

Los relatos contenidos en su “Autobiografía” (terminada en 1565, una versión más temprana se ha perdido), en las “Relaciones”, y en el “Castillo Interior” acerca de su vida espiritual conforman una de las biografías espirituales más importantes, comparadas sólo con las “Confesiones de San Agustín”. A este periodo también pertenecen las extraordinarias manifestaciones, como la transverberación del corazón que experimentó, sus desposorios espirituales, y su matrimonio místico. Una visión en la que vio el lugar en el infierno que le era destinado si no fuera fiel a las gracias recibidas, hizo que se determinara a llevar una vida más perfecta. Después de muchos problemas y oposiciones, Santa Teresa fundó el convento de Monjas de Carmelitas Descalzas de la Antigua Observancia de la Regla de San José de Ávila (24 de agosto de 1562), y, después de seis meses, obtuvo el permiso para poder residir en él. Cuatro años después, recibió la visita de Juan Bautista Rubeo (Rossi), el General de los Carmelitas, quién no sólo aprobó lo que ella había hecho, sino que además le dio licencia para fundar otros conventos, tanto de frailes como de monjas. Casi de inmediato, fundó un convento de monjas en Medina del Campo (1567), Malagón y Valladolid (1568), Toledo y Pastrana (1569), Salamanca (1570), Alba de Tormes (1571), Segovia (1574), Beas y Sevilla (1575), y Caravaca (1576). En el “Libro de las Fundaciones”, ella relata la historia de estos conventos, los cuales, en su mayoría, fueron fundados a pesar de existir grandes oposiciones, pero con la ayuda manifiesta del cielo. Por todas partes ella encontraba almas generosas que querían abrazar las austeridades de la regla primitiva del Carmelo. Luego de conocer a Antonio de Heredia, prior de Medina, y a San Juan de la Cruz (q.v.), empezó su reforma de los frailes (28 de noviembre de 1568), los primeros conventos fueron los de Duruelo (1568), Pastrana (1569), Mancera, y Alcalá de Henares (1570).

Una nueva época se dio inicio con la entrada en religión de Jerónimo Gracián, ya que a este importante hombre, el nuncio, al poco tiempo, le dio el cargo de Visitador Apostólico de los frailes y monjas carmelitas de la estricta observancia de Andalucía, y como tal, se consideró con el derecho a oponerse a las restricciones dadas por el general y el capítulo general. A la muerte del nuncio y con la llegada de su sucesor, empezó una gran tormenta sobre Santa Teresa y su obra, la que duró cuatro años y pareció sería el final de la naciente reforma. Los hechos de esta persecución están bien descritos en sus cartas. La tormenta al fin pasó y la provincia de carmelitas descalzos, contando con el apoyo de Felipe II, fue aprobada y canónicamente establecida el 22 de junio de 1580. Santa Teresa, estando ya anciana y con la salud resquebrajada, realizó más fundaciones, en Villanueva del la Jara y Palencia (1580), Soria (1581), Granada (a través de su asistenta la Beata Ana de Jesús), y Burgos (1582). Ella abandonó este último lugar a finales de julio, y, deteniéndose en Palencia, Valladolid, y en Medina del Campo, llegó a Alba de Tormes en septiembre, soportando grandes sufrimientos corporales. Al poco tiempo tuvo que guardar cama, falleciendo el 4 de octubre de 1582. El día siguiente, debido a la reforma del calendario, debía de ser considerado 15 de octubre. Después de algunos años su cuerpo fue trasladado a Ávila, pero luego fue nuevamente trasladado Alba, en donde todavía se conserva incorrupto. Su corazón, el cual muestra las marcas de la transverberación, está también expuesto para ser venerado por los creyentes. Ella fue beatificada en 1614, y canonizada en 1622 por el Papa Gregorio XV, su fiesta fue fijada en el día 15 octubre.

El lugar de Santa Teresa entre los escritores de teología mística no tiene comparación. En sus escritos sobre este tema, narra sus experiencias personales, las cuales, gracias a una visión profunda y a un don analítico, explica con claridad. El substrato tomista puede remontarse a la influencia de sus confesores y directores, muchos de los cuales pertenecían a la orden dominica. Ella no tuvo ninguna intención de fundar una escuela, en el sentido literal del término, y no existe vestigio alguno en sus escritos de algún tipo de influencia del Areopagita, ni de las escuelas de mística patrística o escolástica, como se puede ver entre otros, en los místicos dominicos alemanes. Ella es intensamente personal, su sistema va exactamente hasta donde sus experiencias llegan, no dando un paso más allá.

BENEDICT ZIMMERMAN
Transcrito por Marie Jutras
Traducido por Bartolomé Santos

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Esta entrada fue escrita el Lunes, 21 de Enero de 2008 a las 12:00 am y archivada en Poetry, Religion, Thoughts. Puedes seguir cualquier respuesta a esta entrada a través del feed RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu propio sitio web.




6 Respuestas a “Santa Teresa de Ávila: Si para recobrar lo recobrado”
Angela dice:
2 Septiembre 2008 a las 6:43 pm
k lindo ste poema

dani dice:
9 Abril 2009 a las 9:45 pm
k´ lindo este poemita

didier dice:
25 Abril 2009 a las 9:34 pm
es un poema muy profundo y muy hermoso que se me ha ayudado a recobrar lo perdido

Carlos dice:
25 Agosto 2009 a las 5:39 am
En que año escribió este soneto ? o si tienen mas datos sobre el, por favor se los agradeceré mucho.
Yo siempre lo conocí como “soneto” de Francisco Luis Bernardez.
Gracias!

Liliana dice:
16 Septiembre 2009 a las 11:41 pm
Esta poesía pertenece a Francisco Luis Bernárdez, poeta argentino. Te envío su biografía y un link para que veas sus poemas. Espero modifiques tu página. Un saludo y gracias…Liliana

Poeta argentino nacido en Buenos Aires en 1900.
Inició su carrera literaria en España y Portugal, países donde estuvo radicado por mucho tiempo. Tiene su obra una entonación lírica y romántica influida por los poetas místicos, pero conservando su propio estilo que siempre reflejó su criterio y su forma de enfocar la belleza de la vida.
Fue miembro de la Academia Argentina de Letras.
Entre sus obras más destacadas se cuentan: «El buque», «La ciudad sin Laura, «Poemas elementales» y «Poemas de carne» y hueso».
Falleció en 1978. http://amediavoz.com/bernardez.htm (mira su poema llamado Soneto).

meith dice:
7 Octubre 2009 a las 5:29 pm
El poema es precioso, pero como que pertenece a un argentino que nacio en 1900. si Santa teresa nacion en 1815, en Avila españa.


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